martes, 14 de mayo de 2013

El sueño del gourmand


El sueño del gourmand


Ya de jovencito, cundo veía estas ilustraciones, siempre me sonreía pues considera algo exageradas semejantes visiones, muy a gusto de los autores de la época.

Recientemente, y aplicando lo de “la realidad supera siempre la ficción” mi sobrino, bueno, en realidad se trata de un profesional de la gastronomía, al tanto de todos los restaurantes con estrellas, los chefs más laureados, incluso al corriente de las últimas visitas de los críticos gastronómicos más prestigios, también –por aquello de la profesión- en cuanto puede se escapa para visitar alguna estrella, me hizo el siguiente comentario:

-Esta noche he tenido un sueño fantástico. Increíble. Resulta que estaba en



AZURMENDI, tomando un magnífico menú degustación.

-Se te cortaría a la mitad –le dije.
-Que va, hasta el final llegué. Además sacaron un caja de bombones extraordinaria y pregunté si me la podía llevar, a lo que accedieron amablemente.

-Y ¿recuerdas los sabores?
-Sí, sí, perfectamente. Hombre, no todos…

Freud decía que a lo largo de la historia, hubo tres grandes humillaciones. El descubrimiento de Galileo que no somos el centro del Universo; el descubrimiento de Darwin que no somos la corona de la creación; y su propio descubrimiento que no controlamos nuestra propia mente.
El deseo aparece disfrazado en el aspecto manifiesto del sueño, en lo efectivamente soñado, proceso denominado 'deformación onírica'. Freud se pregunta porqué tiene que haber una deformación, ya que podría haber ocurrido que el sueño expresara el deseo en forma directa, sin deformación. Esta deformación es intencional y se debe a la censura que el sujeto ejerce contra la libre expresión de deseos, por encontrarlos censurables por algún motivo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario